jueves, 7 de septiembre de 2017

Lecciones por aprender

Voy directo al grano, de frente y por derecho. Me da la impresión que en nuestra ciudad, cofradieramente hablado, hay quien pasa de largo sobre dos cuestiones muy importantes: esa extraña añoranza por un pasado que está en demasiadas ocasiones idealizado, y una no menos extraña sensación de falta de respeto hacia los sentimientos devocionales de los demás.

Nos movemos entre una alarmante falta de autocrítica, y el chiste de brocha gorda a cuenta de lo que hacen, o dejan de hacer algunas cofradías. Se está perdiendo lo que se podríamos denominar saber estar, hay gente que no sabe lo que eso significa. No es difícil distinguir a aquellos que compiten por ver quién grita más, en la creencia que así sus palabras llegarán más lejos; después esos mismos se extrañan que otros con una foto normal y cotidiana tengan sin pretenderlo más repercusión. Se habla poco de humildad, de sencillez, de valores, de sentimientos, sobre todo positivos.

Hasta para criticar hay que tener estilo, pero eso es algo tan desconocido para muchos...

No hay comentarios: