miércoles, 15 de noviembre de 2017

Se ven las costuras...

Nos cuesta reconocerlo, pero en nuestra Semana Santa esta todo un poco sobre dimensionado, gracias a Dios, y los viejos esquemas no funcionan. Hay quien echa de menos otros tiempos, tal vez envueltos en una idealización de lo que nunca fue, al menos tal y como lo recuerdan.

Somos muchos, cada vez más, y las calles del centro de Sevilla son como son, y las cofradías ocupan los metros que ocupan. Hagan la cuenta de la longitud de un cortejo que este formado por mil cirios, pongamos por caso, teniendo en cuenta que los cortejos están más comprimidos en la carrera oficial que fuera de ella.

 cuidado, el callejero que conocemos en buena parte es de fecha más reciente de lo que muchos creen. Se habla mucho, se comenta mucho, se opina mucho, pero a la hora de la verdad,-a los libros de historia y la tradición oral me remito-, las cofradías toman medidas cuando no queda más remedio, o cuando interviene la autoridad, ya sea eclesiástica o civil.

El problema no viene por qué haya muchos nazarenos, esto obligará a romper con algunas cosas más temprano que tarde, si no que se esta cediendo mucho terreno ante el CECOP, más por omisión que por acción. La sobre dimensión tiene su cara amable, ¿Hace cuantos años no languidece alguna cofradía que haga estación de penitencia a la SIC? ¿Alguien recuerda cuando fue la ultima vez que se extinguió una cofradía de penitencia?, ¿O cual fue la ultima cofradía en Sevilla que tuvo que suspender su estación de penitencia por falta de fondos para poder hacerla?

Unos años toca contar nazarenos, al siguiente se cuentan músicos, al otro vuelta a los nazarenos, y todo sigue más o menos igual, a la Madrugá me remito. Y cuando alguien toma medidas, en este caso las cofradías del martes santo, lo hace dando un volantazo, con el consejo con cara de poker, y con el resto de las hermandades preguntándose si pueden ir también a su aire. Se habla mucho de la carrera oficial, pero pocos ven que lo que sucede fuera de ella tiene repercusión en las cofradías que vienen detrás. Y desde luego nadie habla de que los pasos vayan un poco, solo un poco, más de frente.

Se nos ven las costuras, y es hora de tomar medidas. Hay a quien le escandaliza que se hable abiertamente de numerus clausus, tema que dicho sea de paso no es nuevo. Ya hubo quien se escandalizó la primera vez que en nuestra ciudad se superó la cifra de quinientos nazarenos en una cofradía.

Hace unos días hablaba con un buen cofrade, mejor persona, del nazareno novelero, aquel que se apunta a una cofradía, sale un año, y después no vuelve a dar señales de vida, ni para pagar la cuota del año siguiente. Tal vez no represente un alto porcentaje de los cortejos, pero cumpliendo las reglas y reglamentos que tienen actualmente todas las cofradías en vigor, igual resulta que cabemos todos.

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